Cómo lavar tu kit impreso de punto de cruz y conservarlo impecable

Cómo lavar tu kit impreso de punto de cruz paso a paso sin estropearlo. Trucos, consejos y método fácil para conservar tu bordado limpio, brillante y perfecto durante años.

guía completa con trucos infalibles

Hay algo mágico en cada puntada de punto de cruz: horas de calma, dedicación y creatividad reflejadas en la tela. Pero llega ese momento crucial que muchas veces da miedo… ¿cómo lavar un kit impreso de punto de cruz sin arruinarlo? Yo también he sentido ese nerviosismo, esa duda de si la tinta desaparecerá del todo, si el hilo perderá color, o si la tela se deformará.

Por eso hoy quiero compartir contigo una guía completa, práctica y sencilla sobre cómo lavar tu bordado de punto de cruz impreso, para que luzca perfecto y se conserve durante años. Con trucos, pasos claros y consejos, que yo misma utilizo para no sufrir en el proceso.

Por qué es importante lavar tu kit de punto de cruz impreso

Cuando terminamos un bordado, la tela no está igual que cuando la sacamos del paquete. Ha pasado tiempo entre nuestras manos, con hilos que a veces sueltan un poco de tinte, con polvo ambiental o, incluso, con pequeñas marcas del bastidor.

Además, en los kits impresos, los dibujos de la tela suelen llevar tintas solubles que desaparecen con agua. Lavar la labor no sólo es un paso de limpieza, sino la clave para que los colores brillen y el resultado final sea impecable.

Materiales que vas a necesitar

Antes de meternos en faena, te recomiendo preparar todo lo necesario para que no tengas que improvisar a mitad del proceso:

  • Un barreño o recipiente amplio
  • Agua templada (nunca muy caliente)
  • Jabón neutro, o jabón para ropa delicada
  • Toallas de algodón limpias
  • Una superficie plana para secar
  • Un poco de vinagre blanco (para fijar colores)

La receta infalible para lavar tu kit

Aquí te comparto la forma que mejor me funciona, paso a paso:

  1. Llena un barreño con agua ligeramente templada, o puedes usar el lavabo si el kit es pequeño.
  2. Añade unas gotas de jabón neutro. No uses detergentes agresivos, ni lejía.
  3. Sumerge la labor con cuidado, sin retorcer ni frotar fuerte. Déjala reposar unos 15 minutos.
  4. Si notas que algún color suelta tinte, cambia el agua enseguida. Puedes añadir una cucharada de vinagre blanco para fijarlos.
  5. Aclara con agua fría hasta que no queden restos de jabón.
  6. Coloca la tela entre dos toallas limpias y presiona suavemente para eliminar el exceso de agua.
  7. Extiende la labor sobre una superficie plana, a la sombra, hasta que esté totalmente seca.

Pro tip: nunca uses secadora ni la cuelgues, ya que la tela podría deformarse.

Cómo conservar tu bordado después de lavarlo

Una vez limpio y seco, tu kit de punto de cruz está listo para lucirse o guardarse. Aquí te dejo mis recomendaciones:

  • Si lo vas a enmarcar, espera a que esté completamente seco y usa un montaje sin adhesivos agresivos.
  • Guárdalo siempre en un lugar seco, protegido del sol directo.
  • Si decides guardarlo sin enmarcar, dóblalo entre hojas de papel libre de ácido, y mételo en una caja de tela o cartón duro.
  • Evita plásticos cerrados, ya que pueden atrapar la humedad y estropear la tela.

Preguntas frecuentes sobre lavar un kit de punto de cruz

¿Se me borrará el dibujo impreso si lo lavo?

Sí, y así debe ser. Las tintas de los kits impresos están hechas para desaparecer con el lavado.

¿Qué pasa si algún hilo destiñe?

Lo ideal es probar los hilos antes de empezar, humedeciendo un trozo y pasándolo sobre un paño blanco. Si destiñen, usa vinagre blanco en el primer lavado.

¿Puedo planchar mi bordado después de lavarlo?

Sí, pero siempre por el reverso, con un paño encima y a temperatura baja.

¿Es mejor lavar a mano o en lavadora?

Siempre a mano. La lavadora es demasiado agresiva para este tipo de trabajos.

¿Cada cuánto hay que lavar un bordado?

Sólo al terminar. No conviene lavarlo repetidamente.

Mi experiencia personal y por qué merece la pena

Recuerdo la primera vez que lavé un bordado: estaba nerviosa, casi con miedo de que todo mi trabajo se fuera por el desagüe. Pero cuando lo saqué del agua, vi cómo la tela blanca brillaba, los colores del hilo se veían más vivos y cada puntada resaltaba con una nitidez increíble. Fue un momento de orgullo, de sentir que el esfuerzo había valido la pena.

Lavar tu kit impreso no es un trámite aburrido, es el broche final de tu obra. Es como darle vida de verdad, prepararlo para ser mostrado y disfrutado durante años.

Puedes verlo en vídeo:

https://youtu.be/CgN0Hpb0Jlc

Conclusión

Lavar un kit impreso de punto de cruz no tiene por qué ser un quebradero de cabeza. Con los pasos adecuados, un poco de mimo y los materiales correctos, puedes conseguir que tu labor quede limpia, brillante y lista para conservarse como un verdadero tesoro artesanal.

Recuerda: cada puntada es tiempo, dedicación y cariño. Merece la pena darle ese cuidado final para que tu bordado luzca tan especial como lo imaginaste.

Si te ayuda, aqui te doy varios consejos para que tu cuadro de punto de cruz te quede perfecto, al fin y al cabo, son pequeñas obras de arte.

Y ahora quiero saber de ti: ¿ya has lavado alguna vez un kit impreso? ¿Tienes algún truco que siempre te funcione para conservar tus bordados? Cuéntamelo en los comentarios y, si esta guía te ha sido útil, compártela con alguien que también disfrute del punto de cruz. ¡Seguro le ayudará tanto como a ti!

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